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Basta de cafés amargos, ¡conviértete en un un caffelier!

El buen café es de color café (no negro) y no necesita sabores añadidos.

Quizá, para cuando leas este post, ya hayas pedido el café de siempre en el bar o te hayas preparado una taza en tu cafetera, los hayas endulzado con una o más cucharaditas de azúcar y añadido un chorrito de leche caliente…

Pero no tiene que ser así. Mientras nos tomamos ese café ignoramos que existe una realidad mejor. Ignoramos que hoy es posible tomar cafés de alta calidad, saber de dónde vienen y cómo fueron procesados y tostados. Es la nueva ola, en la que los amantes del café tienen más conocimiento y más opciones.

Si quieres dejar el café amargo y degustar algo mejor, te animamos a subirte a la tercera ola del café y convertirte en un caffelier, un amante y conocedor del café.

Te lo advertimos, el proceso será largo pero apasionante. ¿Listo?

Conoce el pasado

Desde que se descubrió el café y comenzó su expansión, arrancó la primera ola del café, propagándose de África a Oriente Medio y de ahí a Europa. Solamente los acaudalados y poderosos tenían el privilegio de tomar café.

La mayoría de nosotros nada en la segunda ola del café.  Gracias a ella, el café se popularizó y llegó a nuestras mesas de todas las formas (molido, en grano, incluso instantáneo); abrieron cafeterías de precios asequibles y las máquinas de espresso salieron de Italia hacia el resto del mundo.

Pero en ese proceso de democratización la calidad del café sufrió, porque se ganaba más por cantidad que por calidad. Se comercializaron lotes de café con muchos defectos, con tal de cumplir la demanda y para tapar esos defectos el tueste oscuro prevaleció.

Los retos del mercado y la tendencia del consumo dieron paso a la tercera ola del café. En este tercer estadio el origen y la calidad son los protagonistas. Se abren paso el café que tiene trazabilidad, que se revela que dependiendo del origen y el proceso y así será su perfil de sabor. ¡El café no es amargo y tiene mucho más que ofrecer!

También llegamos a conocer que el café tiene su escala de calidad. Están el café comercial (que ya conocemos) y los cafés de especialidad. Catadores expertos se encargan de encontrar y clasificar su complejidad, cuanto más complejo sea un café, mayor será su calificación y su calidad.

Sumérgete en la tercera ola del café

Así las cosas, el nuevo consumidor del café no es solo un adicto que necesita la cafeína para despertar o el que usa el pretexto del café para conversar (que todos son válidos), sino que se le une un nuevo enfoque: el amante del buen café, ese que no se conforma con tomarse la taza de café sin más.

Y para llegar a ser un consumidor de la tercera ola (y, con el tiempo, un caffelier), lo primordial es absorber información. Necesitamos saber sobre orígenes, saber que no es lo mismo tomarse un café de África que un café de América. Que no es lo mismo un café arábica que uno robusta, que un tueste medio es mucho mejor que un tueste oscuro, que el buen café en realidad es de color café y no negro y no necesita sabores añadidos.

Una forma de obtener información es a través de los baristas, actores cruciales en esta tercera ola, que están bien entrenados, saben el café que están usando, su origen, sabores y las mejores formas de prepararlo.

Otra fuente de información son los sitios web y revistas que hablan sobre café. Muchos serán demasiado especializados para comenzar pero otros, como nosotros, tienen la visión de acercar el mundo del café de calidad a todos los cafeteros.